lunes, 28 de febrero de 2011

8ª Jornada de Liga

Algunos no creemos en la suerte en ajedrez. Hay veces que las partidas pintan bien y, en escasos minutos, todo se tuerce y las picas se tornan en lanzas: lo único que ocurre es que en el ajedrez siempre gana el que comete el penúltimo error, puesto que, al ser humanos los que lo juegan, es una deporte de errores. Por ello, los resultados que obtuvimos hasta ahora han reflejado lo que los enfrentamientos dieron de sí: cuando perdimos fue porque en el cómputo global jugamos peor que nuestros rivales... y viceversa.
Pero dándonos un margen y rindiéndonos a la veleidosa tentación de aceptar la existencia de eso llamado suerte podemos afirmar que esta jornada, esa dama que nos fue hasta hoy tan esquiva decidió hacernos una visita y, un resultado que podía habernos generado graves problemas, desembocó en un empate que nos supo a gloría y que nos mantiene en plena pelea en esta tan extraña Liga de la Igualdad: 11 equipos en 5'5 puntos, 10 en 4 ¡y 9 en 2'5!.
Lo venimos diciendo de forma reiterada: es la Liga del suma y sigue (y la del "como no sumes estás muerto").
Tres rondas para decidir si conoceremos la Gloria, el Purgatorio o el Infierno... tres jornadas.

Pues a ello camaradas, a jugar bien (mejor que los rivales) y estará hecho. De hecho, seguimos dependiendo sólo de nosotros.





Las partidas van casi sin comentarios y la mía sucintamente con lo que vi en partida por encima y el remate final.

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